¿Qué permisos necesito para hacer una reforma en casa?

Hay reformas que empiezan con mucha ilusión y acaban con una carta del Ayuntamiento. Una carta con más sellos que un pasaporte y una frase inquietante: “Obra ejecutada sin licencia”. Te suena, ¿verdad? Le pasó a un cliente mío. Bueno, ex cliente, porque cuando me llamó ya le habían paralizado la obra, estaba con los obreros parados y tenía al vecino del bajo mirando como quien ve una peli de acción desde la ventana. ¿Y sabes por qué? Porque nadie le explicó bien qué permisos necesitaba antes de empezar. Porque el de la reforma le dijo: “esto se hace rápido, sin problema”. Y porque pensó: “bah, si es solo cambiar el baño”. Spoiler: no era solo cambiar el baño.

No todo se puede hacer “sin avisar”

Aquí va una verdad incómoda:
Hacer una reforma sin permiso es como conducir sin carnet. Puedes hacerlo… hasta que te pillan.

El problema es que en este país las normas cambian según la ciudad, el tipo de obra, el edificio y hasta el humor del técnico de urbanismo que te toque.
Pero hay una cosa clara: si tocas algo más que la pintura, vas a necesitar permiso.

Y no, no da igual que sea tu casa.
Porque tu casa está en una comunidad, en una calle, en una ciudad, y hay normas para todo.
Y como no las cumplas, te llega una multa que ni el presupuesto más hinchado te cubre.

¿Entonces qué permisos necesito para reformar?

Depende. Pero te lo resumo como si estuviéramos tomando un café:

✅ Si solo pintas, cambias muebles o pones cortinas →

No necesitas permiso.
Puedes hacerlo tranquila, sin miedo a que te paren la brocha.

🧱 Si cambias suelos, alicatados, cocina o baño →

Necesitas una “comunicación previa” o “licencia de obra menor”.
Y sí, hay que notificarlo al Ayuntamiento, aunque no tires tabiques.

🚧 Si tiras tabiques, cambias distribución, estructuras, instalaciones o fachada →

Necesitas licencia de obra mayor.
Y un proyecto técnico.
Y ahí, amiga, es donde entro yo.

Porque para eso necesitas un arquitecto técnico que firme, controle y asuma la responsabilidad.
No vale un albañil con buena voluntad.
Esto va de cumplir normativas, no de “yo esto lo he hecho mil veces”.

¿Qué pasa si lo haces sin permiso?

Te lo digo sin rodeos:

  • Pueden pararte la obra en seco

  • Pueden multarte

  • Pueden obligarte a deshacer lo hecho

  • Y lo peor: pueden fastidiarte la venta futura del piso
    Porque si hay obras no registradas, te pueden echar atrás la operación.

La gente no quiere permisos, quiere seguridad

Nadie sueña con ir al Ayuntamiento ni con rellenar impresos.
La gente solo quiere reformar su casa sin líos.

Y ahí es donde está el error:
Pensar que los permisos son un estorbo, en lugar de verlos como lo que son: una red de seguridad legal.

¿Quieres hacer una reforma en paz, sin sustos, sin multas, sin interrupciones?
Entonces deja de pensar en permisos como un problema.
Y empieza a verlos como una inversión en tranquilidad.

¿Te vas a arriesgar?

Si estás a punto de reformar y no sabes qué permiso necesitas,
si tu vecino te ha dicho “eso lo haces y ya está”,
si el presupuesto que te han dado no incluye ningún técnico,
entonces escríbeme.

Yo te ayudo.
Te digo qué necesitas, te lo tramito, y me aseguro de que tu obra esté legal desde el minuto uno.

Porque cuando las cosas se hacen bien, se hacen mejor.
Y una reforma no es solo cambiar una pared.
Es mejorar tu vida.
Y eso merece hacerse con cabeza, con permisos… y con alguien que sepa lo que hace.